En 2008 iniciamos nuestro recorrido como empresa y como equipo. Ya habíamos explorado, de la mano de los grandes, el trabajo que hasta hoy nos permite seguir este relato: La Carpintería de Aluminio.

Comenzamos con una visión emprendedora, con una meta en mente pero sin ningún camino trazado. Logramos soltar aquello que constituía nuestro patrimonio como persona natural, para trasladar ese capital a este sueño que apenas comenzaba. Lo dejamos todo, lo único que tengamos era la pretensión de entregar grandes experiencias a través de un buen servicio, un trabajo ágil, de calidad, transparencia con nuestros clientes y, por supuesto, a nuestro equipo.

Instalación: ¡Nuestro debut en el mercado! Y la puerta que nos permitió acceder a la producción de cerramientos en aluminio y vidrio, exigiéndonos mayor tecnificación, capacitación y profesionalismo.

Varios años después, y tras embarcarnos en la montaña rusa del emprendimiento, podemos decir que cada experiencia valió la pena;
porque gracias a ello hemos fortalecido la gestión de nuestros productos, mejorado y formalizado nuestros procesos, encontrado aliados estratégicos que han posibilitado nuestro crecimiento, y lo mejor: nos ha permitido crear lazos de confianza con ustedes, nuestros clientes.